YA SABES ESCUCHA LA MÚSICA MIENTRAS ME LEES...
El sábado me levante muy temprano, que mal dormí…, el calor,
el insomnio, un poco todo… pero a pesar
del brote, siento más energía que en ocasiones anteriores, a pesar del
malestar, la hipersensibilidad y la
fragilidad que acuso, me siento sorprendentemente, sin cansancio y eso... provoca en mi, una gran ¡felicidad!!!
Para no esforzar nada mis piernas, me vino a buscar mi primo
Toñin y, después de comer nos fuimos al pueblo, los fines de semana me gusta
ver a papa y a mama y por supuesto, a Gonso, (los tres hace años que pasan los
veranos en Estebanez), están mucho al
aire en el patio de casa y eso les viene muy bien a todos, sobre todo a mama
que se niega a salir, yo, he aprendido triquiñuelas, como me explicó una experta
en alzheimer; y consigo, peinarla,
ponerle los rulos, consigo que se duche de buena gana, luego le seco la cabeza
como a una niña pequeña y las dos nos reímos en el baño… El domingo también he
conseguido que vaya a misa con papa; la ayudo a vestirse y a peinarse, le pongo
los pendientes y le elijo la ropa, pero hago como que es cosa de ella... y, veo que
estos trucos me funcionan, estoy contenta, mi próximo paso es que entre por “el
aro” de tomar bien la medicación, papa no tiene mano izquierda y no sabe enfocárselo,
probrecin… hace lo que puede, pero, poco
a poco iremos capeando el temporal…
El sábado también vino mi hermanina y todos juntos tomamos un café en el patio…
nos reímos juntos, yo me puse un camisón antilujuria como yo le llamo que tiene
un montón de años y unas zapatillas viejas que me encantan y la cara lavada, con las piernas
subidas a una banca con un cojin pase un rato de tarde maravilloso que no cambiaría
por nada del mundo.
Cuando se fue mi hermana salí con Gonsin a despedirla al
coche, ¡con el camisón y las zapatillas!!!! , como digo yo… en el pueblo estoy
en otro mundo, un mundo fantástico en el que no cuenta el reloj, no hay
horarios, no hay prisas, puedes “asilvestrarte”, de mañana escucho pájaros en mi ventana,
siento pasar vacas y ovejas, y por las noches con la ventana abierta escucho croares de ranas en las charcas de las
praderas al otro lado de mi casa, en la noche también antes de ir a la cama, salgo al patio, por el simple placer de mirar al cielo, como todo esta tan oscuro, se ve un maravilloso
cielo estrellado, con una luna lunera que parece que se puede tocar.
Hoy, de regreso con mi primo, en el coche, vinimos hablando un
poco de todo…nunca hemos tenido una vida fácil… pero siempre hemos sabido darle
la vuelta al lado POSITIVO, y los dos tenemos un bella sonrisa en la cara.
Croares para tod@s los que me lean.
Luisa Martínez-LILITRANA
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