La espera de las procesiones, el tráfico cortado, los niños con sus correteos incesantes anunciando ¡ya se les ve!, ¡ya vienen!, ¡ya se oyen!, y luego, las típicas carameleras con obleas y chuches para endulzar la espera procesionan con sus carritos de bebés adaptados a las grandes cestas de mimbre rellenas de dulce...
Cuando pasa el Nazareno de la túnica morada...la mirada de Dios bueno y la frente ensangrentada...
Los papones, bailando los tronos al son de las bandas que con su música rasgan el cielo de la tarde-noche.... los cirios encendidos....oscilan sus llamas al bailoteo del viento.
Las manolas compunguidas con sus rosarios de plata y nácar, con sus peinetas y sus mantillas enlutadas, plañideras de lujo y respeto detrás de la Dolorosa y el Nazareno...
Los monaguillos vestidos de blanco y púrpura, valancean continuamente los incensarios perfumando el aire de olor sagrado, olor espiritual, olor de las almas...
El sonido de los tambores y las cornetas, se mente en el alma, en el corazón, y te estremece de pura emoción contenida....
El olor a cera.... las callejuelas angostas por la que casi no pueden pasar los papones acunando los pasos, es... ¡tan emocionante! sentir casi la respiración de los braceros, todos acompasados, todos a la vez, el silencio, las ordenes del seise...las lágrimas de la Virgen que con su mirada triste invade a todas las almas que la miran...
Y, el Nazareno, doliente, ensangrentado, imponente, cargado de majestad, transmitiendo agonía...
No te pierdas vivir y sentir todas estas emociones en las calles y las plazas de mi querido León.
http://lalagunadelilit.blogspot.com.es/
LILITRANA
Fuente de fotos google, fuente de video youtube
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