Esta tarde salí de casa abrigada y con unos zapatos verdes
que repiquetean mucho en el suelo… hacia un poco de viento y mi respirar se
torno profundo, era como si quisiera absorber todo el oxigeno de la ciudad y así
renovarme por dentro, estos días como no trabajo la fibromialgia me ataca algo
menos… pero me ataca, no lo comento con nadie no quiero ser cansina y hace
mucho que me mentalizo cada día cuando me levanto que no voy a realizar ningún
comentario de mis dolencias, he de confesar que esto es algo pendiente pues no
lo he conseguido del todo, cuando me preguntan nunca soy capaz de decir que
estoy del todo bien … no me sale… pero yo lo sigo intentando, sé que algún día
no muy lejano lo conseguiré.
Me queje o no, los dolores con sordina están ahí siempre al
acecho, últimamente me atacan bastante a los pies, por no hablar de mis
trastornos intestinales. Como decía respiraba con intensidad, iba pensando en
mi conjuro mágico como yo llamo interiormente a mi acto de fe que repito todos
los días y a todas las horas en las que me siento libre para pensar, esos
pensamientos me iluminan el rostro, hacen que mis ojos brillen más, que mis
pasos sean más firmes, que crea más en mi, en definitiva son el alimento de mi
alma.
Lo que pienso es que estoy en armonía y en sintonía con el
universo, que me fundo con él, que soy afortunada en todo y por todo y me
repito cada mínimo detalle como gracias por mi casa, por la calefacción por el
coche, por el grifo del agua caliente, por todos los caprichos que me doy que
son muchos, por la ropa… y, así un sinfín de cosas que crean mi universo
material, sumida en estos pensamientos, con el sonido de mis zapatos bajo mis
pies, mire hacia el cielo plomizo y oscuro ya, sin brillo pero con luz suficiente
para ver una bandada de pájaros y fue entonces cuando retornaron a mí los
recuerdos felices de mi niñez, cuando paseaba de la mano con mi papa y cada vez
que pasaba una bandada de pájaros por el cielo que por cierto era mucho más a
menudo que ahora siempre me decía: “mira Luisina, es una boda de pájaros” eso
ha permanecido en mi recuerdo cada vez que los veo, yo lo creía a pies
juntillas y… hoy es el día que casi lo creo o quiero creerlo… me provoca
felicidad.
Luisa Martínez-LILITRANA
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