jueves, 7 de junio de 2012

Sigo alimentando nuevas amistades y me provoca gran felicidad


Cuando se juntan ranas y pájaros … y empatizan… cuando se comienzan  a confesar, costumbres,  manías,   sueños,  gustos,  y,  descubren,  que coinciden en tantas cosas,  es una maravillosa forma de hacer vibrar al corazón , y de sintonizar sus cabezas al unísono,  hoy,  por  fin,  tomé un té con “mi” murciélaga, y fue,  justo, como yo pensaba que sería,  que digo!,  incluso más!, estas ocasiones ,  raramente ocurren,  pero ocurren… cuando acabas de conocer a una persona y la intuyes, y sientes como si la conocieras de toda la vida,  es una maravillosa sensación para atesorar en los sentimientos  que pueblan tu alma. A medida que nuestro diálogo fluía con rapidez por contarnos el mayor número de cosas posibles , una de la otra, y, la otra de la una,  ávidas de conocer mejor su mundo interior , más y más,  nos dábamos cuenta de tantas similitudes entre ambas,  tantos paralelismos que nuestras risas nerviosas por la emoción,  se entremezclaban con los sentimientos  felices de forjar una amistad que parecía que siempre había estado ahí… colgada en el tiempo con “cuerdas”, anidada en el corazón por pájaros, adornando nuestras sensibilidades con mariposas y con ecos de croares de ranas  ¡zurdas!,   para más “inri” .


Sin olvidar nunca,  que,  las dos pertenecíamos al mundo onírico de la noche, donde los murciélagos pueblan los rojizos atardeceres y las noches de luna…con Venus,   cercano por cierto,  dándole otro color en un momento único,  como único,  ha sido nuestro encuentro.

(tal vez la rana con el pájaro te inspire una acuerela...)


Quiero dar las gracias a Mado por presentarme a una persona que entiende mis croares solitarios como yo sus vuelos con radar de murciélago.

Croares para tod@s  l@s  que me lean.

Luisa Martínez-LILITRANA

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