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Yo tengo una amiga que converso con ella en muy pocas ocasiones pues nos vemos solamente en nuestro centro de trabajo y tenemos los momentos contados... pero eso no ha importado para en cortos espacios de tiempo podamos hablar como si nos conociéramos de toda la vida y decirnos sinceramente lo que anida en nuestros corazones sin tapujos ni cortapisas...
Nos vemos a diario pero no siempre hablamos... y de vez en cuando yo que parezco un correcaminos de acá para allá, invado su territorio me siento he interrumpo lo que está haciendo, y como en conversaciones robadas nos contamos sentimientos que anidan en nuestros corazones y luego es como un secreto entre las dos, yo sé que ella siente lo mismo, cuando hablamos somos sinceras y a las dos nos brillan los ojos con la misma facilidad por hablar desde dentro de nuestra alma, ella me escucha muchas de mis cuitas y me comprende solo con escucharme... y yo desahogo mi a veces mi zaherido corazón y luego me siento mejor, pues ella me inspira la confianza necesaria para yo ser siempre yo...
La última vez hablamos de que la vida que vivimos según esta montada nuestra sociedad a la cual pertenecemos no es fácil para nadie, ni siquiera para los que la crean así e imponen sus normas... es una etapa en la que hay que luchar incesantemente contra la infelicidad, pues el ser humano ha ido dando prioridad a las cosas materiales y huecas de la vida, dejando a un lado los sueños y las cosas que realmente tienen valor, vamos; la sonrisa, los abrazos, cogerse a menudo las manos, conversar largo y tendido con los amigos, estar más con la familia, cultivar el espíritu, cultivar la ética, enseñarle a los niños a ser felices antes que las matemáticas, respetar a las personas como desearías que te respetaran a ti... todo eso lo hemos sustituido por la pura y dura materia, y la fingida felicidad la contemplamos en tener muchas cosas, cada vez mejores tecnologías, maquinas sofisticadas, trabajar desde el día hasta la noche casi sin descanso para atesorar más y más materia, es como un síndrome de Diógenes masivo y social...
Pensando las dos sacamos la conclusión de el porqué del éxito fulminante que tienen las redes sociales, el ser humano está olvidando comunicarse de tú a tú, pues no tiene tiempo y esa soledad que anida en su corazón y que no quiere publicar a los cuatro vientos la suple con comunicarse por las redes sociales, contando su vida sin pudor alguno a personas virtuales; que estas a su vez hacen lo mismo para sentir el calor humano, del alma, de alguna forma...
El ser humano necesita desarrollarse interiormente de forma espiritual para ser feliz y cada vez este principio ha quedado más y más relegado a grupos minoritarios que la mayoría observan como "bichos raros", mientras seguimos acrecentando la soledad y la infelicidad.
Los objetos y las posesiones materiales nos proporcionan una felicidad fingida, perecedera y poco duradera, pues nada más conseguir un objeto deseado ya no nos produce satisfacción alguna; y comenzamos a soñar con otro mejor, más moderno más inalcanzable y así en una rueda interminable. Cuando la alegría es un sonido del alma que lo llena todo y no cuesta nada material.
Como estamos tan insatisfechos y no sabemos ni porqué, pues tenemos poco tiempo para pensar en esta vorágine de vivir, la negatividad se va apoderando de nosotros y es una de las razones por las que el sistema inmunológico se debilita más y aparecen enfermedades raras que minan nuestro cuerpo y nuestra mente, siempre estamos aquejados de algo, siempre estamos pensando en el mañana sin vivir el hoy, siempre nos machacamos recordando nuestro pasado, y ansiándonos con nuestro futuro...
Las ciudades están llenas, las casas llenas, los locales lúdicos llenos y nuestros corazones vacíos e insatisfechos... pero eso no nos lo decimos.
LILITRANA
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Dedico esta página a mi amiga "invisible" del servicio de hematología...
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