Hoy me siento distinta, distante, ausente de todo y
presente en mi, y, hago un ejercicio de introspección para adivinar el
verdadero yo que habita en mi corazón .
Me voy a ambientar en los inicios de mi
vida y pienso , como camine por la niñez, y, la
recuerdo como un paisaje cargado de imágenes casi todas felices pero lejanas,
luego me adentro en los recuerdos de mi adolescencia y la recuerdo èpica, como
si se tratara de una tragedia… la recuerdo llena de incertidumbres, de miedos,
de inseguridades, de prejuicios, de perjuicios… de cadenas de emociones capaces
de causar revoluciones… en esa etapa, ¿quien movía los frágiles hilos de mi corazón,
que albergaba un espíritu zen e inocente?.
Las señas de identidad en esa etapa de mi vida eran con mayúsculas SENSIBILIDAD
ABSOLUTAMENTE POETICA, fuera de la realidad, mi espacio único era totalmente onírico,
llevando el romanticismo al poder, todo
ese soñar me provoco una insólita amargura, una fragilidad permanente y
ese era el universo que habitó en mí durante mi adolescencia…
Al despertar a la juventud, otra vez, el amor eterno… se apodero de mi, los sueños
de libertad sin límites, esperar encontrar el paraíso, el príncipe azul, el
desear ser deslumbrante, única, perfecta, todo esto recreo en mi mente un proceso
creativo para alcanzar los sueños anhelantes dentro de mi…
La imaginación iba quedando plasmada en mi vida y, a la
vez, forjando mi personalidad, y se formaba un boceto de mi misma. La vida me
fue quitando los encajes y los bordados
que cubrían mis ojos, dejándome a
la luz la más cruda e inalterable realidad… caí por terraplenes por precipicios
rompiendo todos los jarrones de mis sueños… Y entonces llego mi madurez revelándose
arrolladoramente mostrándome que el destino de la vida casi siempre está a la
vuelta de la esquina y que la realidad palpitante es el mejor paraíso soñado,
que lo mejor de un@ mismo es la autenticidad y todo lo que a veces ocultamos de
nosotros mism@s hay que dejarlo aflorar
para realizarse sin dejarse influir por nada ni por nadie; cuando descubres
esto es un gran momento en tu vida pues
al fin tus pies tienen raíces en la tierra y así superas el dolor, superas los
complejos, superas el autocastigo crónico al que nos sometemos la mayoría de
las personas una etapa muy importante de nuestra vida.
Hoy me siento pionera de mi misma, el motor de mi espíritu
es mi realidad excéntrica o no y mi icono a seguir soy yo misma sin caer en el
egocentrismo pero sin tener que asumir otros roles por pensar que sean mejor
que mi propia esencia.
Me he vuelto una empedernida apasionada del pensamiento
positivo y me gusta contarlo para que cuantos se reflejen en mi puedan
superarse mejor y antes asi mismos.
Croares para tod@s los que me lean.
Para buscarte a ti mism@ ahonda en los secretos de tu corazón
y de tu alma y se valiente y comprométete contig@ mism@.
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