domingo, 8 de septiembre de 2013

El hospital, un cielo y un infierno a la vez....

Hoy como tantos días atravieso uno de los interminables pasillos del hospital, voy ensimismada y transporto una muestra de sangre al laboratorio de urgencias, de repente comienzo a observar a las gentes que transitan por el pasillo, observo sus caras, sus edades, su forma de caminar...la mayoría titubean en su caminar como no estar seguros de donde van, el nerviosismo esta reflejado en todos sus rostros, unos por la incertidumbre, otros por la certeza, muy pocos por la alegría y muchos por la desesperación...

No es difícil ver rostros llorosos, rostros angustiados, rostros resignados...
No es fácil trabajar en un hospital, hay que ponerse una coraza para no romperte el alma cada día, pero a la vez tienes que mantener integra tu humanidad para no convertirte en un robot sin sentimientos para sobrevivir. Y digo humanidad con mayúsculas pues los que acuden al hospital unos están enfermos y otros son los acompañantes que sufren la ansiedad de el diagnostico de sus seres queridos.



Una vez traspasado el umbral del hospital las personas son mas vulnerables por una cosa u otra y el personal que allí trabaja tiene que lidiar con todo eso, comprenderlo y tener la suficiente sicología  para tratarlos a todos de una manera adecuada.

Los pacientes se sienten como atacados... las pruebas realizadas a veces son dolorosas, a la par que por lo general a la persona a tratar se le desprende de todos sus objetos personales y su ropa para ponerse un camisón aséptico e impersonal,  son manejados por máquinas y objetos punzantes que provocan terror en sus mentes pues no están acostumbrados a verlos y no le resultan familiares sino hostiles...

Pienso que todo el personal del hospital necesitaría cada cierto tiempo no muy largo unos cursos para recordarles que trabajan con vidas humanas sometidas a la enfermedad unos y otros sometidos a la presión de la incertidumbre del diagnóstico de la persona que acompañan.

Los trabajadores de los hospitales también son personas,  y también necesitan ayuda sicológica, deben estar preparados para ayudar a los pacientes, y a la vez,  superar ellos mismos  las condiciones de estrés a las que están sometidos toda su jornada laboral.



Unos encuentran en el hospital su salvación, y la cura de sus heridas, otros reciben una nueva vida y todo esto convierte en un cielo al hospital, por el contrario otros encuentran la certeza de una sentencia de muerte y por ello el desconsuelo de la no sanación...

Cuando acudas a un hospital, recuerda siempre lo vulnerable de las situaciones que allí se viven....

Si eres un trabajador del sector sanitario, recuérdalo y tenlo presente y cárgate de paciencia para saber  interpretar el nerviosismo de las personas que acuden a él...

Si eres un paciente, recuerda que el personal sanitario son personas también... y como tales tienen sentimientos y tienen y deben continuar con sus vidas, pero no por ello son personas frías, tan solo están preparados para desconectar su mente en un momento dado para proseguir con sus vidas.

LILITRANA



Fuente de fotos google.

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