III Comunicado navideño

Las paredes del palacio eran de nieve apilada, y las puertas y ventanas, de ese viento que corta. Había más de cien salones; todos según se había apilado la nieve; el mas grande tenía varias millas de superficie, y todos estaban iluminados con la potente luz de la aurora boreal. ¡Pero qué desiertos, qué fríos y qué relucientes estaban todos! Nunca se daba en ellos una fiesta ni un baile de osos jóvenes, en el que la tempestad podía tocar la música y los osos polares andar con las patas traseras luciendo su garbo; ni un triste juego a la gallina ciega, ni una simple reunión a la hora del té, con asistencia de las señoritas zorras del Ártico. En los salones de la reina de las nieves todo era vacío, desolación y frialdad. La aurora boreal brillaba con tales resplandores, que podía calcularse cuándo estos llegaban a lo más alto y cuándo a lo más bajo del cielo. En el centro de esta inmensa sala de nieve había un lago de hielo que se había roto en mil pedazos, tan exactamente iguales unos a otros, que era una perfecta obra de arte. En medio del lago se sentaba la reina de la nieve cuando regresaba de sus correrías, y afirmaba que se sentaba en el espejo de la Sabiduría, y que era el único y mejor del mundo...

Andersen

LA MARAVILLOSA NAVIDAD...con sus brillos, sus cánticos alegres, sus nieves, sus compras, sus reuniones familiares, el brillo de los ojos de los niños mirando escaparates,... los recuerdos que te trasladan a la niñez, los Reyes Magos, el nacimiento, el turrón, es, como una felicidad quebradiza, pero al fin y al cabo,... felicidad.

Alguna vez te has preguntado porque tu corazón vibra más en Navidad y porqué a veces te revelas contra eso?...

Croares para tod@os l@s que me lean.