martes, 20 de noviembre de 2012

"Boda de pájaros"


Esta tarde salí de casa abrigada y con unos zapatos verdes que repiquetean mucho en el suelo… hacia un poco de viento y mi respirar se torno profundo, era como si quisiera absorber todo el oxigeno de la ciudad y así renovarme por dentro, estos días como no trabajo la fibromialgia me ataca algo menos… pero me ataca, no lo comento con nadie no quiero ser cansina y hace mucho que me mentalizo cada día cuando me levanto que no voy a realizar ningún comentario de mis dolencias, he de confesar que esto es algo pendiente pues no lo he conseguido del todo, cuando me preguntan nunca soy capaz de decir que estoy del todo bien … no me sale… pero yo lo sigo intentando, sé que algún día no muy lejano lo conseguiré.
 

Me queje o no, los dolores con sordina están ahí siempre al acecho, últimamente me atacan bastante a los pies, por no hablar de mis trastornos intestinales. Como decía respiraba con intensidad, iba pensando en mi conjuro mágico como yo llamo interiormente a mi acto de fe que repito todos los días y a todas las horas en las que me siento libre para pensar, esos pensamientos me iluminan el rostro, hacen que mis ojos brillen más, que mis pasos sean más firmes, que crea más en mi, en definitiva son el alimento de mi alma.
 

Lo que pienso es que estoy en armonía y en sintonía con el universo, que me fundo con él, que soy afortunada en todo y por todo y me repito cada mínimo detalle como gracias por mi casa, por la calefacción por el coche, por el grifo del agua caliente, por todos los caprichos que me doy que son muchos, por la ropa… y, así un sinfín de cosas que crean mi universo material, sumida en estos pensamientos, con el sonido de mis zapatos bajo mis pies, mire hacia el cielo plomizo y oscuro ya, sin brillo pero con luz suficiente para ver una bandada de pájaros y fue entonces cuando retornaron a mí los recuerdos felices de mi niñez, cuando paseaba de la mano con mi papa y cada vez que pasaba una bandada de pájaros por el cielo que por cierto era mucho más a menudo que ahora siempre me decía: “mira Luisina, es una boda de pájaros” eso ha permanecido en mi recuerdo cada vez que los veo, yo lo creía a pies juntillas y… hoy es el día que casi lo creo o quiero creerlo… me provoca felicidad.
 

Luisa Martínez-LILITRANA

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